Un buen plantón debe tener: el tamaño adecuado;
una superficie absolutamente seca y brillante
una cubierta densa con un color característico para cada variedad;
fondo sin signos de podredumbre;
cuello fino.
Si, después de cosechar el plantón, éste presenta signos de hongos, hay que desinfectarlo antes de enviarlo al almacén. Esto puede hacerse con una solución caliente de manganeso, soluciones concentradas de sosa o sal, así como adquiriendo preparados especiales.
Seque las cebollas extendiendo una fina capa sobre una superficie ventilada y protegida de las precipitaciones, con agitación constante. Cuanto mejor se seque el material de siembra, más fácil será conservarlo hasta la primavera. Que el secado se realiza correctamente dice en voz alta el crujido de las cáscaras.
Almacenamiento de plantones en un piso:
En las condiciones de vivienda en un edificio de apartamentos, la mejor opción para el almacenamiento de las cebollas será cálido utilizando cajas de cartón, bolsas de tela y recipientes de plástico.
Las cebollas bien secas, clasificadas por fracciones, se colocan en un recipiente adecuado y se colocan en el lugar más apropiado. Es conveniente almacenar pequeñas cantidades de plantones en el frigorífico, habiéndolos embalado previamente en papel grueso para protegerlos de la condensación. Si se almacena correctamente, el plantón sobrevivirá fácilmente hasta la primavera y, a su debido tiempo, producirá un resultado estable: un bulbo grande y sin flechas.
