1. Haz una lista de comprobación para las partes más importantes del día
Una lista de comprobación es un gran ahorro de tiempo porque te ayuda a tenerlo todo bajo control. Al hacer esa lista de comprobación, presta especial atención a la mañana y a la noche, los periodos que definen el presente y el día siguiente.
Nada más levantarse, es fácil perder el tiempo consultando el correo electrónico y las redes sociales. Así que incluye en tu lista incluso las cosas más obvias: lávate los dientes, desayuna, planifica tu día. Anota de 3 a 5 acciones que debas hacer primero, pase lo que pase.
2- Define el resultado deseado antes de empezar a trabajar en algo
Sea lo que sea en lo que estés trabajando, tienes que saber por qué lo estás haciendo. Un objetivo específico te permitirá formular claramente las acciones para conseguirlo, sin perder tiempo en cosas secundarias. El resultado deseado, aunque sea aproximado, es un gran motivador para trabajar.