La cuestión de si un niño debe tomar clases de música depende de muchos factores, como los intereses y aptitudes del niño, su edad y desarrollo, y los recursos y oportunidades de la familia.
Aprender música tiene muchos beneficios para el desarrollo del niño. He aquí algunos de ellos:
Desarrollo cognitivo. Aprender música favorece la memoria, la atención, el pensamiento lógico y la resolución de problemas.
Habilidades motrices. Tocar instrumentos musicales requiere movimientos coordinados, lo que ayuda a desarrollar la motricidad fina y la coordinación.
Desarrollo emocional y social. La música permite a los niños expresar sus emociones y sentimientos, y desarrolla habilidades de interacción social cuando tocan música juntos o cantan en un coro.
Pensamiento creativo. Aprender música estimula el pensamiento creativo, la imaginación y la capacidad de expresión.
Mejora de la capacidad de estudio. Las investigaciones demuestran que los niños que estudian música suelen obtener mejores resultados en la escuela y se convierten en personas más seguras de sí mismas y autodisciplinadas.
Sin embargo, es importante tener en cuenta los intereses y preferencias del niño. No todos los niños tienen el mismo interés por la música y debe ser su propio deseo el que se aficione a ella. Si un niño no muestra interés por la música, obligarle a tomar clases puede no ser beneficioso y provocar rechazo.
