Prepárese para la planificación
Dedica 20-30 minutos a planificar tu menú semanal. Elige un momento que te venga bien.
El momento ideal es la primera mitad del domingo. Así podrás evaluar cuánta comida queda en la nevera y en la despensa sin prisas, y tendrás tiempo para hacer la compra de la semana.
Necesitarás
varias hojas de papel;
un bolígrafo o un lápiz;
un libro de cocina o simplemente acceso a internet;
unas carpetas o archivadores de plástico donde guardar las recetas. Si te resulta más cómodo, también puedes utilizar las carpetas del ordenador.
Empieza con una planificación general
1. Prepara una plantilla de menú para la semana
La opción más fácil y visual es en forma de tabla. Distribuye una hoja de papel en cuatro columnas: días de la semana, desayuno, comida, cena.
La visibilidad es algo importante. En primer lugar, con una hoja de cálculo como ésta, sabrás con qué frecuencia tendrás que cocinar. En segundo lugar, te resultará más fácil crear un menú variado, asegurándote de no repetir platos de un día para otro.
2. Tacha lo que no necesites
Si trabajas o estudias a tiempo completo, es probable que comas fuera de casa. Así que no necesitas planificar los almuerzos durante la semana laboral.
Digamos que el sábado cenas en un restaurante. O tradicionalmente te reúnes con amigos y pides pizza para todos. Así que la comida tampoco es tu preocupación ese día. Y el domingo, por ejemplo, tienes una reunión con tus padres: vas a comer a su casa y te quedas hasta tarde.
Estarás de acuerdo en que la tarea se ha vuelto mucho más fácil.